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Hace tiempo les hubiera contado la historia de mi tatarabuelo, pero creo que seria inapropiado. Creo mejor contar la historia de mi tatarabuela muerta por mi tatarabuelo, si, eso esta mejor. Lo cierto es que Edward Gulleg era un chaval bastante normal, pero le molaban las historias de supervivientes de catástrofes y el ocultismo. Dirán que esto es extraño para aquella época, porque hablamos de 1759, hace ya tiempo. Pues sí, si te apañaban con cuentos o historietas de ese tipo, al hoguera y barbacoa para los vecinos. Mi abuelo no era así de bruto, era listo el cabrón y conseguía disimularlo muy bien, pero le molaba muchísimo la magia prohibida y la santería. Desde chico veía cosas que los otros no ven, seres que aparecen durante la noche y atacan a las personas. Si amigos, fantasma o espíritus muy cabrones, pero se lo comían todo. Según las leyendas, donde aparecía uno, ocurría una "catástrofe natural". Meteoritos, incendios, tsunamis, etc. Pero mi abuelo sabia que no lo eran, no podían serlo. Se trata de Sombras, unos seres que vagan entre el cielo y el infiero, perdidos y carentes de voluntad o resistencia a sus instintos primitivos. Son Sombras, y mi abuelo las veía destrozar casas, comer ganado y personas cuando podian. Las gentes pensaron que eran granadas o bombas, tiroteos o balas perdidas, pero no. Son la sombras. Dicen que rondan este munco desde hace millones de años, y que no son animales, sino reflejos de lo que ya fueron. Si fueron atleticos, seran grandes; si fueron violentos, tendran fuerza... si fueron debiles o pacifistas...bueno, esos no vuelben. A no ser, que, segun mi abuelo, tengas un don. Si con ese don tu naces, y puedes verlos, puedes impedir el mal supremo, detenerlos. De ahi nació la idea de los Warssins